Hoy ha empezado el juicio por el naufragio en nuestras costas del petrolero Prestige. Han tenido que pasar 10 años para llegar a este día. Es tal la cantidad de información, documentación, denuncias....que han tenido que habilitar un espacio del recinto ferial Expo-Coruña para albergar a tanto letrado, magistrado, personal judicial, prensa, testigos, acusados, denunciantes.... ¡10 años!
Es pues, sin duda alguna, un macrojuicio, y si estuviéramos en otro país probablemente algunas otras personas estarían sentadas en el banquillo, porque seguramente "son todos los que están pero no están todos los que son"....pero no es este el sitio para hablar de ello.
Traigo aquí este juicio porque en algunos aspectos me recuerda a nuestro caso si bien lo que "naufragó" para nosotros fue sobre todo nuestra salud; también por alguna anécdota como que ha sido el mismo aparato de digitalización del Sumario el que se utilizó en ambas Instrucciones; por el largo tiempo que también está transcurriendo en nuestro Procedimiento (cuatro años, ocho meses y díez días...) que no es precisamente poco; por el gran número de afectados/personados ... pero sobre todo por algo que me ronda en la cabeza desde que me enteré por la prensa de que el juicio podría durar meses, es más, que la sentencia no se conocería probablemente hasta septiembre, y entonces empecé a echar mis cuentas... si Prestige 10 años de Instrucción supone 10 meses de juicio, nosotros cinco años de Instrucción, luego entonces cinco meses de juicio!!!
Ya sé que los casos realmente no son comparables, pero ciertamente al pensar en el tiempo transcurrido, en la cantidad de tomos que llevamos de Sumario, en el número de imputados (que tengo la esperanza de que sigan siendo los mismos: Coté, su mujer Susana, los "banqueros", Gisbert....y por supuesto Arriaza) y sobre todo en el gran número de denunciantes/pacientes (ya he perdido la cuenta pero dejémoslo en 150) pues desde luego corto el juicio no va a ser.
Y no lo va ser porque nosotros tendremos que contar, explicar, recordar nuestra terrible historia y también la de Diego y Carmen que ya no están, y nos removeremos en las sillas del Juzgado mientras desgranamos una historia de operaciones innecesarias e inexistentes pero que dejan cicatrices imborrables, de miedo al mañana, de esperanzas frustadas, de gran dolor físico, de minusvalías de por vida e inasumidas todavía, de pinchazos y más pinchazos, de presión psicológica, de engaño, de estafa, de rabia y de impotencia; y detrás de cada palabra, de cada frase de nuestras declaraciones el anhelo de la más que merecida Justicia, porque seguimos creyendo en ella, nosotros sí creemos en ella, por eso en ese Tribunal y por el tiempo que sea todos seremos uno.
Suena pretencioso el pensar que el nuestro será un macrojuicio desde el punto de vista procedimental, pero para nosotros si lo será, será el juicio de nuestra vida, el que nos libere de una vez por todas de esta pesadilla, el que nos permita pasar página, el que nos devuelva la tranquilidad cuando la puerta de la celda de Teixeiro se cierre tras la entrada del ser más abyecto y despreciable que he tenido la desgracia de conocer. Será sin duda nuestro macrojuicio....lo será!!